Trazando mi vida

Todos por naturaleza nacemos con una serie de habilidades secretas que van saliendo a la luz con el tiempo. Sin embargo, no todos sabemos cómo desarrollar esos potenciales y habilidades.
Hoy quiero contarles un poco acerca de mi vida, de cómo he estado desarrollando mis habilidades y que métodos utilizo para hacerlo.

Toda mi vida crecí siendo un niño alegre y consciente de que era importante para mi familia, amigos, entorno y sobretodo importante para Dios. Con el tiempo comencé a reconocer por medio de familiares y amigos todos los potenciales que Dios me había regalado.
Desde muy pequeño, aún con el pasar del tiempo estuve interesado en practicar muchos deportes, entre ellos: Fútbol, Baloncesto, Skateboard, Parkour y Gimnasia. Claramente en muchos casos fue doloroso el proceso. Sin embargo, nunca me faltaron los consejos y el apoyo constante. Siempre fue difícil desarrollar todos estos deportes al mismo tiempo. Por eso empecé a aplicar en mis métodos de aprendizaje un término llamado «prioridades». Tuve que ser ordenado con el tiempo que dedicaba a cada uno de estos deportes. Esto realmente me fortaleció mucho en cuanto a desarrollo deportivo.

A la edad de 12 años se encendió un deseo en mí por aprender instrumentos musicales. Así, empecé un nuevo proceso con la guitarra. Los primeros meses fueron espectaculares referente al conocimiento que estaba adquiriendo musicalmente. Sin embargo, conocí un nuevo término llamado «inconstancia» que se fue desarrollando durante los siguientes meses. Al pasar del tiempo caí en la cuenta de que ya no estaba tan apasionado por este instrumento. Además, había dejado a un lado todo mi proceso musical. (A veces pienso que debemos pasar momentos así, en los cuales podemos recapacitar y pensar en cuál sería el mejor camino para retomar). Fue así como volví en sí y traté de retomar de nuevo mi proceso musical. Pero ya no con la guitarra, sino con el piano. En este momento ya reconocía ese término de inconstancia y preferí cambiarlo por «constancia». Desde entonces he estado conociendo la palabra «pasión», no como término solamente, sino como una forma de vivir. He crecido mucho con el piano, con los deportes, pero sobretodo en una relación íntima y personal con Dios, que no se fundamenta en una de las religiones que hoy en día existen, sino en un proceso constante de intimidad con Cristo y un conocimiento bíblico necesario. 

Además, a través que me formo como profesional encuentro la palabra pasión, constancia, estrategia y dedicación en cada uno de los pilares que debo desarrollar. Ahora, hablar de algo relacionado con Idiomas, culturas y nuevas experiencias me motiva e impulsa a ser lo mejor de mí en esta carrera del saber. 

Creo fielmente que el proceso de desarrollo y de cultivar un pensamiento emprendedor reside principalmente en lo que somos como personas; en que, si somos, podremos dar algo, compartir algo, enseñar algo, dejar algo en cada uno de los corazones que interactúan con nosotros.


RUEDA DE LA VIDA


   

El crecimiento constante depende de lo que hagamos hoy. Y no se trata solamente de cumplir una serie de leyes y ya, sino de ejercer lo que amamos cada día de manera socialmente responsable. Con el propósito de beneficiarnos a nosotros mismos, como a aquellos que nos rodean cotidianamente.
Ahora, las preguntas que podemos plantearnos son: ¿Qué de lo que hacemos amamos hacer?, ¿Cuáles son nuestros talentos?, ¿Estamos ejerciendo nuestros talentos para el beneficio de otros?, ¿En que somos efectivos?, etc... Estas preguntas están con el propósito de crear en nosotros reflexión. Sin embargo, quiero publicar mis respuestas en este texto, con el fin de motivar a otros a la reflexión y a las respuestas honestas que nos ayudarán a ser mejor cada día.

Primeramente, quiero hacer énfasis en lo que amo. Cuando me pregunto ¿qué amo? llegan a mí una serie de hobbies y personas. Pero, cuando reflexiono más, me doy cuenta de que no son mis prioridades ante lo que amo. Ante todo amo a Cristo y todo lo que hago depende de mi relación con él. No es religión, es convicción. Ahora bien, amo también a mi familia, a mis amigos y aun estoy aprendiendo a amar a mis enemigos.
En términos del hacer, amo ejercer todo apoyo social, amo hablar con las personas y conocerlas, a su vez amo hablar de lo que sé y también aprender.

Frente a los talentos, he estado reflexionando en esto y cada día me sorprendo de las cosas que soy capaz de hacer. Lo que he aprendido se ha convertido en un gran potencial para la sociedad y para mi entorno personal. Soy realmente efectivo al hablar con las personas, sé exponer mis ideas puntualmente. Otra cosa que he reconocido al pensar en esto es el saber escuchar y respetar posturas distintas a las mías. Como bien lo expresaba anteriormente me encanta tocar el piano, practicar deportes y hablar de mi fe.

El propósito de este texto es promover en mis lectores el anhelo de crear en ellos cuestiones que les ayudarán a conocersen a sí mismos y a ser más efectivo en sus actividades cotidianas.












Comentarios

Entradas populares de este blog

Un mundo realmente feliz y sostenible